lunes, 3 de diciembre de 2007

Ya no me brotan tan fácil las palabras de ánimo
He cruzado desiertos de más de cuarenta días…
Pero en sólo dos minutos puedo encontrar al menos dos razones para seguir viviendo

Ya no soy ignorante aunque sigo siendo ingenuo
sé lo duras que son algunas tardes de lluvia
y creo en los helados de chocolate
en las piruletas
y en las cosquillas que me hace mi sobrina.

Creo en pequeñas cosas
pequeñas cosas a las que quizá haga muy poco prestaba muy poca atención

Sigo haciendo proyectos
pero no dejo que se me caiga el mundo al suelo
si no caminan.
Al fin y al cabo
Alfonso tenía razón cuando me dijo:
“Esta vida es sólo una vez
y es para ser feliz”
Pues a eso me pongo cada día
en eso estoy.
En no sufrir demasiado.
Ya dije que sufrir tan por sufrir es ser estúpido.

Puestas de sol
playa y montaña
un poquito de tinto de verano
un beso
una cosa que me pasa y me da risa
cualquier cosa que seque las lágrimas del tiempo.

Y caminar (los caminos, los amores, los países)
Aunque no me broten ya tan fácil
las palabras de ánimo.

3 comentarios:

Berenice dijo...

si se te cae el mundo al suelo, seguro rebotará con fuerza para darte en la frente.. para que dejes de sufrir sin sentido... y para que no olvides que el camino es breve y a veces dificil, pero que está lleno de algunas cosas por las que merece la pena andar

ah...! si no brotan tus palabras de ánimo te cederé las mias... empaquetadas y bien presentadas con su lacito de color.. para que las guardes para épocas de sequia.

Lolazeta dijo...

Una imagen está llena de miles y millones de píxeles, y dicen que una imagen vale más que mil palabras.... Así, la vida se compone de miles y millones de pequeñas cosas, de cosicas. Mis sobrinas, esas pequeñas personicas, me ayudaron, sin saberlo, justo en el momento en el que más lo necesitaba, cuando ya no creía en la gente.

Y reaprendí y aprehendí, la belleza de lo simple, el poder de un abrazo, la frescura de la ingenuidad, la verdad de una mirada... tantas cosas perdidas por el camino..., el sentido de la vida...

Y ya no me hacen faltas las palabras de ánimo, sólo el viento que me despeja la cara o el frío, o el rayo de sol que me acaricia cada día, o la silueta de una montaña, o el olor a tierra mojada, o la música de los pájaros, o el mecer de las olas, o la sonrisa de esos pequeños "solesicos"..., me recuerdan el gran regalo de la vida.

Carlosgus dijo...

Lafu, como dice Sabina:

"Tenemos memoria, tenemos amigos,
tenemos los trenes, la risa, los bares,
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,
tenemos moteles, garitos, alteres.

Tenemos urgencias, amores que matan,
tenemos silencio, tabaco, razones,
tenemos Venecia, tenemos Manhattan,
tenemos cenizas de revoluciones.

Tenemos zapatos, orgullo, presente,
tenemos costumbres, pudores, jadeos,
tenemos la boca, tenemos los dientes,
saliva, cinismo, locura, deseo.

Tenemos el sexo y el rock y la droga,
los pies en el barrio, y el grito en el cielo,
tenemos Quintero, León y Quiroga,
y un bisnes pendiente con Pedro Botero.

Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.

Tenemos un as escondido en la manga,
tenemos nostalgia, piedad, insolencia,
monjas de Fellini, curas de Berlanga,
veneno, resaca, perfume, violencia.

Tenemos un techo con libros y besos,
tenemos el morbo, los celos, la sangre,
tenemos la niebla metida en los huesos,
tenemos el lujo de no tener hambre.

Tenemos talones de Aquiles sin fondos,
ropa de domingo, ninguna bandera,
nubes de verano, guerras de Macondo,
setas en noviembre, fiebre de primavera.

Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas,
que importa, lo siento, hastasiempre, te quiero,
hinchas del atleti, gángsters de Coppola,
verónica y cuarto de Curro Romero.

Tenemos el mal de la melancolía,
la sed y la rabia, el ruido y las nueces,
tenemos el agua y, dos veces al día,
el santo milagro del pan y los peces.

Tenemos lolitas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y LePera;
tenemos horóscopos, Biblias, Coranes,
ramblas en la luna, vírgenes de cera.

Tenemos naufragios soñados en playas
de islotes son nombre ni ley ni rutina,
tenemos heridas, tenemos medallas,
laureles de gloria, coronas de espinas.

Tenemos caprichos, muñecas hinchables,
ángeles caídos, barquitos de vela,
pobre exquisitos, ricos miserables,
ratoncitos Pérez, dolores de muelas.

Tenemos proyectos que se marchitaron,
crímenes perfectos que no cometimos,
retratos de novias que nos olvidaron,
y un alma en oferta que nunca vendimos.

Tenemos poetas, colgados, canallas,
Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma,
abuelos que siempre ganaban batallas,
caminos que nunca llevaban a Roma."


Un abrazo,