SEMILLA EN LA TIERRA
Duele, la vida como un puñal hay veces que duele
Y nada tiene que ver con tu boca
Que hecha para besar hay veces que muerde
Que anuncia cordura y a veces se vuelve loca
Y duele porque la piel no es materia inerte
Y duele porque el querer es dolerse a veces
Tiembla, la vida como con miedo hay veces que tiembla
Y nada tiene que ver con el aire
Que mueve tu ropa en noches de luna escueta
Que aprieta, suelta y evoca y me enloquece
Y tiembla por los latidos que tú provocas
Y también porque el querer es temblar a veces
Y cada uno en su camino va cantando espantando sus penas
Y cada cual en su destino va llenando de soles sus venas
Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón, tirando piedras
Contra la última frontera
La que separa el mar del cielo del color de tus maneras
La que me lleva a la guerra
A ser semilla en la tierra
Y no me pidas tanto, corazón
Que tengo poco aire en el pulmón
Lo que tengo es un castillo en el cielo
Si viene la guadaña a mi rincón
Enjuágame la frente en tu sudor
Y le das un beso a todos si me muero
Ríe, la vida como un volcán hay veces que ríe
Y nada tiene que ver con el tiempo
Se ríe porque para ella somos tan leves
Como el humo azul que del pudor se desprende
Y ríe porque tu llanto se lo merece
Y también porque el querer es reírse a veces
Vive, la vida por compasión hay veces que vive
Y nada tiene que ver con la muerte
Y cuando llegue ese instante déjame verte
Que no hay mayor libertad que tenerte enfrente
Y que nadie sea absuelto por no quererse
Y vive porque el querer es vivir con creces
Y si todo es semilla no me dolerá la astilla
Que sangran de mi costado tus andares de chiquilla
Y no me digas nada, déjame a mí en mi ventana
Con los pies del otro lado, yo me fumo mis mañanas
Carlos Chaouen (Un maestro, un melenas de ganga, uno de los nuestros)
martes, 29 de abril de 2008
lunes, 7 de abril de 2008
Debe ser que está nublado
que vengo y voy del sueño a la vigilia
y del pasado al ahora paseando
Me ha venido una especie de nostalgia
al recoger tu ropa interior del suelo
he pensado lo rápido que pasa el tiempo
en aquellos cigarrillos que fumaba con Campillo
en la cala de las palmeras donde no podían vernos
un paquete entero de Bisonte cada tarde aquel verano
Pienso en la indeleble huella de los rostros
y mi débil memoria de los nombres
Esos rostros que abracé en los caminos
los caminos que andé con ellos llamándolos
por esos nombres que ya no recuerdo
que siguen caminando conmigo así
en silencio
Cuánto deseé que me regalasen una bola del mundo
-un globo terráqueo de plástico y colores-
para darle mil vueltas y mirar los países
así, desde tan lejos, jugaba a los viajes
Un día me cansé de ella
ya era únicamente un trozo de plástico chirriando sobre un eje
y empecé a caminarlo - el mundo me refiero-
al tiempo que me marca el corazón
al ritmo del abrazo y de la despedida
encontrando rostros y nombres que recuerdo y olvido cada tarde
Pienso en la cafetería de la Facultad
en medio de esta tarde de domingo
y fíjate que Lucu se casa este verano
Cuántas veces soñé con otro mundo que mañana vendrá
que está viniendo
aunque tenga tardes como esta en que no creo en nada
y creo en todo.
Y pienso en tí, en mí, en los caminos
y este viento que nos lleva de un viento a otro
Hay mares y tierras
entre una historia y otra
veredas, horarios de tren,
recodos por los que juega la memoria
reencuentros
soledad
el latir de un corazón en los andenes
entre una historia y otra que es la misma
son siempre
la historia mía
la nuestra
la de todos
Sólo soy una brizna de este mundo
un nudo en la red
solo una huella
Cualquier día me marcharé
y seguiré estando
No me siento viejo
pero hay tardes como esta
tardes en que la historia (esta pequeña historia escrita a lápiz
en hojas que se lleva el viento)
te toma de la mano
y te hace reir y llorar
como cuando me marchaba a Chile
y te hice ese último dibujo
que colgué de esa pared que ya no es tuya
ni mía
Y esta ropa en mi mano me recuerda que te has ido
que volveremos a encontrarnos en las hojas que escribo
en la memoria que guardo de tus ojos
de tu voz
de tu sonrisa
en todas esas cosas que juntos construímos
que nos hicieron crecer
y separararnos
Pero debe ser que está nublado
porque me ha venido una especie de nostalgia
que vengo y voy del sueño a la vigilia
y del pasado al ahora paseando
Me ha venido una especie de nostalgia
al recoger tu ropa interior del suelo
he pensado lo rápido que pasa el tiempo
en aquellos cigarrillos que fumaba con Campillo
en la cala de las palmeras donde no podían vernos
un paquete entero de Bisonte cada tarde aquel verano
Pienso en la indeleble huella de los rostros
y mi débil memoria de los nombres
Esos rostros que abracé en los caminos
los caminos que andé con ellos llamándolos
por esos nombres que ya no recuerdo
que siguen caminando conmigo así
en silencio
Cuánto deseé que me regalasen una bola del mundo
-un globo terráqueo de plástico y colores-
para darle mil vueltas y mirar los países
así, desde tan lejos, jugaba a los viajes
Un día me cansé de ella
ya era únicamente un trozo de plástico chirriando sobre un eje
y empecé a caminarlo - el mundo me refiero-
al tiempo que me marca el corazón
al ritmo del abrazo y de la despedida
encontrando rostros y nombres que recuerdo y olvido cada tarde
Pienso en la cafetería de la Facultad
en medio de esta tarde de domingo
y fíjate que Lucu se casa este verano
Cuántas veces soñé con otro mundo que mañana vendrá
que está viniendo
aunque tenga tardes como esta en que no creo en nada
y creo en todo.
Y pienso en tí, en mí, en los caminos
y este viento que nos lleva de un viento a otro
Hay mares y tierras
entre una historia y otra
veredas, horarios de tren,
recodos por los que juega la memoria
reencuentros
soledad
el latir de un corazón en los andenes
entre una historia y otra que es la misma
son siempre
la historia mía
la nuestra
la de todos
Sólo soy una brizna de este mundo
un nudo en la red
solo una huella
Cualquier día me marcharé
y seguiré estando
No me siento viejo
pero hay tardes como esta
tardes en que la historia (esta pequeña historia escrita a lápiz
en hojas que se lleva el viento)
te toma de la mano
y te hace reir y llorar
como cuando me marchaba a Chile
y te hice ese último dibujo
que colgué de esa pared que ya no es tuya
ni mía
Y esta ropa en mi mano me recuerda que te has ido
que volveremos a encontrarnos en las hojas que escribo
en la memoria que guardo de tus ojos
de tu voz
de tu sonrisa
en todas esas cosas que juntos construímos
que nos hicieron crecer
y separararnos
Pero debe ser que está nublado
porque me ha venido una especie de nostalgia
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