martes, 27 de julio de 2010

Migrarte (o encuentros para aprender a volar)


Dicen que las cosas bonitas te las traen amigos, yo tengo la suerte de tener amigos soñadores y hacedores, artesanos de la Vida, tejedores de sueños voladores que me traen lindas redes para enredarme, y por eso me enredé con Moa para hacerme Migrarte.
Y allí conocí a tanta gente linda que son parte de mi Vida, de esta Vida que celebra y se celebra en Migrarte.
Así estoy aquí, así estamos, lindamente enredados tejiendo sueños... porque Juan Carlos escuchó a su hija que le decía: "Papá el mundo es nuestro" y él la creyó y voló.
Luego nos dicen que eso es una locura, que el ser humano no puede volar, pero cada vez que suena el platillo la Murga sale volando y vuelan también las voces y los mensajes de teléfono a teléfono, de muro a muro, para enredarnos, para construir, para decirles a los que dicen que no podemos volar que nosotros sí podemos...
Cada vez que suena una guitarra o cuando Gustavo coge el violín y lo acaricia
o cuando se monta este barullo de voces diciendo palabras como Libertad, Justicia y Amor.
Por eso estamos aquí, mirándonos a los ojos (como me enseñó mi abuela que tienen que comunicarse las personas "a los ojos para reconocernos")
por eso ponemos nuestras cabezas y nuestras manos y plasmamos en el papel, en el lienzo y en lo que sea
el corazón que venimos a entregar
un corazón sin puertas donde cabe mucha gente
donde pueden entrar hasta los pájaros
donde no nos piden papeles
para VOLAR.

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